El árbol

El árbol

Situado en el corazón del País Vasco, el Árbol de Guernica es mucho más que un simple roble. Y es que él representa siglos de historia, identidad cultural y orgullo para la localidad. La razón es que el árbol ha sido testigo de acontecimientos cruciales, desde juramentos solemnes hasta tragedias y renacimientos. 

Por todo esto y más, el Árbol de Guernica se ha convertido en una parada turística ineludible. Y para que entiendas mejor su importancia, en este artículo te contamos sobre su historia y valor cultural.

Historia de el Árbol de Guernica

La tradición del Árbol de Guernica se remonta a la Edad Media. En aquella época, los señores de Vizcaya y las autoridades se reunían para debatir y tomar decisiones importantes. Pero esas reuniones no eran convencionales, pues ocurrían en la sombra de robles de distintos lugares de Bizkaia.

Con el tiempo, los bizkainos comenzaron a realizar estas asambleas en el mismo lugar y bajo la sombra del mismo roble: el árbol de Guernica. Así, el Árbol de Guernica representaba una especie de «parlamento» vasco al aire libre. Era allí donde los juramentos y acuerdos se sellaban, en presencia de la naturaleza.

La relevancia del árbol se fortaleció con el tiempo. Esto ocurrió especialmente tras la creación de los fueros de Vizcaya, códigos de leyes y privilegios concedidos por los monarcas. Dichos fueros se convirtieron en un símbolo de libertad de la región, y se renovaban bajo el Árbol de Guernica. De hecho, los reyes de Castilla y de España solían jurar respetar los fueros vascos bajo este mismo árbol. Así, con estos actos se consolidaba el papel del árbol como un símbolo de los derechos y libertades del pueblo.

El Árbol de Guernica – Destrucción y resurgimiento

A lo largo de los siglos han sido distintos hijos de aquel primer roble los que han preservado el legado en el mismo lugar. Actualmente se conserva un árbol de 1892 que simboliza el pasado, el actual que representa el futuro y un retoño que nos asegura el futuro de la institución y nuestras tradiciones.

Así, este árbol ha sido testigo de eventos más oscuros, como el que ocurrió en abril de 1937. En aquella época, la ciudad de Guernica fue bombardeada durante la Guerra Civil Española, en un ataque que buscaba desmoralizar a los republicanos y al pueblo vasco.

La ciudad fue devastada, y el bombardeo se convirtió en uno de los episodios más emblemáticos de esa guerra. Sin embargo, milagrosamente el Árbol de Guernica sobrevivió, a pesar de la destrucción generalizada. Esto fortaleció aún más su simbolismo, convirtiéndolo en un emblema de la resiliencia y la identidad vasca.

Por todo esto, la importancia del árbol no solo reside en su longevidad o en su valor ambiental como un majestuoso roble. Su importancia radica en lo que representa para el pueblo vasco y para la humanidad. A lo largo de las generaciones se ha buscado preservar este símbolo. Actualmente la última replantación tuvo lugar en 2015, continuando así la cadena simbólica que une generaciones.

El Árbol de Guernica – Ubicación

El Árbol de Guernica se encuentra en la Casa de Juntas, un edificio histórico donde se celebran importantes reuniones políticas. Al entrar en los terrenos, el ambiente de solemnidad y orgullo que rodea al Árbol de Guernica es palpable. Visitando este lugar puedes admirar el actual roble que sigue en pie como un símbolo de la cultura vasca.

Por si fuera poco, la Casa de Juntas también ofrece una experiencia inmersiva, ya que incluye un museo. A lo largo del recorrido, podrás ver los registros históricos de los juramentos, imágenes de los diferentes árboles que han sido plantados a lo largo de los siglos y una sala de reuniones donde aún se llevan a cabo asambleas. 

Hoy en día, el Árbol de Guernica y la Casa de Juntas son destinos turísticos de primer nivel en el País Vasco. Turistas de todo el mundo visitan este lugar para descubrir su significado y sentir de cerca la historia que representa.

Además del árbol y la Casa de Juntas, la ciudad de Guernica cuenta con otros lugares de interés, como el Museo de la Paz. Dicho museo narra la historia del bombardeo y destaca el valor de la paz y la reconciliación. También es posible recorrer el centro histórico de la ciudad y visitar el mercado local, donde se pueden comprar productos típicos y disfrutar de la gastronomía vasca, conocida por su calidad y autenticidad.

Para los amantes de la naturaleza, la visita a Guernica puede extenderse hacia los alrededores de la Reserva de la Biosfera de Urdaiba. Esta reserva es un lugar ideal para actividades como senderismo, observación de aves y fotografía de naturaleza, añadiendo un toque de aventura a la experiencia cultural e histórica de Guernica.

Guernica es mucho más que un punto en el mapa: es un viaje al pasado y un recordatorio del poder de la resistencia, la identidad y la paz.

 

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